No puedo hablar de amor y
acobardarme cuando es tan necesario hablar del desamor. No puedo no contarles que el desamor no me
parece mal cuando está hecho para encontrar al amor real, no puedo dejar de
mencionar que me parece una buena forma de escapar del amor fatal.
Y no es que
piense que no duele, sí que duele el termino de las manitos juntas, duele cuando se acaban los cariños que erizan pelo y ese preciso momento en donde la fealdad, la comida y la tele se apodera de ti. Pero y por el contrario de lo que enseña el corazón, si la cosa es solo ego, esa misma noche volverás a ponerte perfume por primera vez, y es que no es tan grave separarse de quien nunca fue tuyo, lo grave es no darse cuenta y esperar que vuelva volando, y es que los humanos no vuelan.
No puedo no decirles que le temo mucho al despecho, pero que lo respeto en su justa medida.
Que por despecho se ama, se odia, se grita y se vuelve a amar. Que por despecho se emborracha, se acuesta en cama ajena y a la mañana siguiente se llora con pena.
Que por despecho nos convertimos en el antagonista del amor y del idiota que se ponga en el camino.
Que por despecho se ama, se odia, se grita y se vuelve a amar. Que por despecho se emborracha, se acuesta en cama ajena y a la mañana siguiente se llora con pena.
Que por despecho nos convertimos en el antagonista del amor y del idiota que se ponga en el camino.
Hoy no dejaré de decirles que el desamor es parte de la vida y que como todo en esta vida, pasa por algo, algo bueno, algo malvado o algo que se devuelve según algunos. Es necesario que les cuente que no creo en los clavos del día después pero tampoco en los muertos vivientes, porque un ex es un ex y si no se aprende de eso jamás nos daremos la oportunidad de disfrutar de las hormigas mutantes que habitan la panza cuando encuentras a tu próximo ex.
(siempre es un próximo ex, con excepción de esos que pareces conocer hace "la otra vida")
(siempre es un próximo ex, con excepción de esos que pareces conocer hace "la otra vida")